Los alquileres turísticos ilegales causan quejas en Cambrils y Salou

«A las cuatro o cinco de la madrugada tenemos toque de diana cada vez que los chavales que están de alquiler en dos chalés vuelven de fiesta», afirma el presidente de una comunidad de vecinos de Vilafortuny, en Cambrils. Los veranos en su urbanización, formada por doce casas adosadas, son un trasiego de nuevos inquilinos desde hace dos años. Los propietarios de dos de las viviendas aprovechan las vacaciones para arrendarlas por días y semanas a pesar de que no tienen licencia para hacerlo. Son alquileres turísticos ilegales que enturbian el día a día de los residentes que viven allí a todo el año.
«Los alquilados suelen ser turistas jóvenes, la mayoría extranjeros. Alteran la convivencia con gritos, cánticos a altas horas de la madrugada o faltas de respeto a los vecinos. No respetan las normas de comportamiento: se bañan en la piscina comunitaria fuera del horario establecido, malgastan agua y luz de la zona común…», explican. Y se preguntan: «¿Qué pasaría si uno de ellos se accidenta en la piscina? Nuestro seguro no lo cubriría».
Han denunciado la situación mediante una instancia en la Oficina d’Atenció Ciutadana (OAC) de Cambrils. «No estamos en contra de que se pueda alquilar una propiedad, pero pedimos que sea un alquiler estable, mínimo anual, para que se adapte mejor a la convivencia entre residentes», dicen. Todavía no han recibido respuesta del Ayuntamiento, por lo que se muestran molestos: «Lamentamos su falta de atención y agilidad, así como que no disponga de una normativa al respecto como sí hay en Salou». Desde el consistorio cambrilense apuntan que los alquileres turísticos ilegales «no son una problemática en el municipio, hemos recibido muy pocas quejas».

Su vecina Salou ha anunciado mano dura contra esta actividad fraudulenta. En colaboración con la Associació d’Apartaments Turístics de la Costa Daurada i Terres de l’Ebre, está llevando a cabo una intensa campaña de inspección y contempla sanciones que oscilan entre 3.000 y 30.000 euros. Pese a ello, se siguen produciendo este tipo de alquileres. En un complejo residencial formado por tres bloques de pisos en la calle Barcelona, en pleno centro de la localidad, los vecinos se quejan de que en verano algunos inmuebles albergan a turistas.
‘Juergas en la terraza’
«Si son familias no suelen causar problemas, pero si son chavales jóvenes, muchos franceses, sí: a partir de las ocho de la tarde montan juergas en las terrazas, ponen la música alta o se bañan en la piscina comunitaria de madrugada haciendo mucho ruido. Hay vecinos que madrugan para ira trabajar sin casi poder dormir por la noche», denuncian. Y apostillan que en alguna ocasión han tenido que llamar a la Policía Local.
En Cap Salou también hay problemas de convivencia entre residentes y turistas. «Es turismo de borrachera, algo que nunca habíamos tenido aquí. Delante de mi casa hay varios chalets que se alquilan por unos 120-150 euros al día, precios difícilmente asequible para las familias que siempre han venido aquí. Entran ocho o nueve chavales, de entre 18 y 25 años, y al rato vienen más coches. He contado hasta 19 personas en un chalet de tres habitaciones. Colchones en el suelo, alcohol, drogas, música a toda pastilla y gritos durante toda la noche», señala un vecino.
Un esperpento que se mezcla con «gritos de cabreo y quejas de los vecinos que trabajan pronto. Un auténtico pandemonium», asegura otro, que lamente que «en algún momento nos tenía que llegar el modelo turístico de Salou».

(Article publicat a Diari de Tarragona l’11-9-2016)

http://www.diaridetarragona.com/costa/69430/los-alquileres-turisticos-ilegales-causan-quejas-en-cambrils-y-salou

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