Ante la noticia que se ha conocido respecto a la decisión del Gobierno de la Generalitat de duplicar los importes del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos en Cataluña y la posibilidad de aplicar un recargo municipal, la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Provincia de Tarragona (*FEHT) -la representante del 90% de las plazas turísticas de la demarcación-, manifiesta su desacuerdo absoluto, puesto que esta medida supondría una presión adicional desmesurada para un sector clave para la economía tarraconense.
Según declara Berta Cabré, presidenta de la FEHT, “rechazamos de pleno esta medida y denunciamos la asfixia fiscal continua a la cual está sometida el sector del alojamiento turístico en Cataluña y no estamos dispuestos a seguir siendo una fuente constante de financiación para las administraciones». Cabré asegura que «esta medida amenaza con destruir la competitividad de un tejido empresarial clave por el desarrollo económico y social de la demarcación de Tarragona» y reclama que «se articulen mecanismos urgentes que eviten la pérdida de competitividad en este segmento estratégico por el conjunto del país”.
Más de 80 millones de euros recaudados a la demarcación de Tarragona
La presidenta Cabré ha recordado que Cataluña es la única comunidad autónoma del Estado español que aplica este impuesto y que el sector ya se encuentra en una situación insostenible de asfixia fiscal. «Desde la puesta en marcha de este impuesto hace unos 10 años, las administraciones públicas han recibido más de 80 millones de euros recaudados por los establecimientos turísticos de nuestra demarcación. La realidad actual es que este impuesto ha pasado de ser una medida para mejorar la calidad turística y ayudar a la promoción turística para favorecer la desestacionalización, a devenir una herramienta recaudatoria de fácil acceso, y parece que las administraciones han encontrado en nuestro sector una fuente de financiación constante», lamenta Cabré.
La presidenta ha alertado que «lo más preocupante es que este impuesto va en contra de la desestacionalización, puesto que no se calcula como un porcentaje en función del precio de venta o de la temporada, sino que se aplica como una tasa fija. Esto significa que los clientes de los establecimientos reglados pagan el mismo tanto en temporada alta como en temporada baja, dificultando todavía más la captación de visitantes fuera de los meses punta. No tiene sentido que se grabe igual una pernoctación en pleno verano, cuando la demanda es alta, que en temporada baja, cuando el sector hace esfuerzos para mantener la actividad», ha concluido.
Además, la presidenta de la FEHT ha explicado que «en este debate se olvida que este impuesto no solo afecta los turistas, sino que recae directamente sobre la competitividad de las empresas. Los establecimientos turísticos tenemos que decidir entre asumir este coste o repercutirlo a los clientes, con riesgo de perder visitas en beneficio otros destinos que no penalizan con esta carga impositiva extra».
Rechazo al recargo municipal y al cambio de destino del fondo para el fomento del turismo
Desde la FEHT se afirma que la decisión de permitir en los ayuntamientos añadir un recargo municipal a la tasa turística es «un grave error que puede perjudicar seriamente el sector turístico de la Costa Dorada y las Terres de l’Ebre. Nuestros municipios dependen del turismo como motor económico y generador de ocupación. Aplicar un recargo adicional hará que muchos destinos catalanes sean menos atractivas en comparación con otras regiones competidoras. Además, no hay ninguna garantía que estos ingresos se reinviertan realmente en la mejora del sector». Así pues, Cabré ha pedido que «los ayuntamientos reflexionen seriamente antes de aplicar esta medida.»
La FEHT también reclama que se preserve el destino del Fondo para el Fomento del Turismo de este impuesto y reclama que se favorezca la transparencia de la administración sobre sus usos. La FEHT considera prioritario que estos recursos sirvan para paliar la carencia de inversiones en infraestructuras esenciales para garantizar un turismo de calidad, así como para optimizar la movilidad de las personas y para mejorar la conectividad.